Todos queremos empezar el curso con buen pie y para los niños cada inicio supone un gran reto, sobre todo cuando se cambia de etapa escolar. Por eso, es importante que la habitación del pequeño crezca con él y si este ya no es un bebé y comienza a tener obligaciones como estudiante seguramente sea el momento de hacer obras en su cuarto.

Escritorio y estanterías de obra

Uno de los problemas de las habitaciones suele ser la falta de espacio. Por eso, los escritorios y las estanterías de obra son tan importantes. Gracias a ellos es posible aprovechar huecos que podrían parecer demasiado pequeños logrando que la habitación de cabida a mucho más de lo que parecía. Por ejemplo, un escritorio de obra en esquina puede contra con mucho espacio para trabajar y, a la vez, ocupar muy poco en su cuarto.

También es buena idea situar la cama elevada para poder colocar el escritorio justo debajo. De esta manera también se pueden colocar estanterías altas a las que el niño llegará desde su cama con facilidad aprovechando así esta zona que, normalmente, no suele tener almacenaje.

Almacenaje para juguetes

No hay que olvidar que el niño necesita jugar y que sus juguetes tienen que tener un espacio para ser guardados. Los bancos de obra junto a las ventanas son una buena opción de tener un sitio para sentarse y, a la vez, espacio para almacenaje.

También se pueden aprovechar las estanterías más altas para colocar juguetes que no se utilicen a diario y a los que el niño no tiene que tener un fácil acceso.

Un armario a la medida

Y puestos a hacer obras en la habitación y a realizar un buen trabajo de diseño de interiores en la misma, también se puede crear un armario a la medida que, gracias a su tamaño, sea perfecto para las diferentes etapas de tu hijo o hija. Los armarios a medida, sean o no empotrados, aprovechan al máximo el espacio y facilitan que se pueda guardar todo sin problemas.

Si no quieres que la habitación se vea demasiado llena de muebles apuesta por los armarios sin puertas. Tendrás que acostumbrar a tu hijo a ser más ordenado pero serán perfectos para que el espacio parezca más amplio.

Buena insonorización

Si vives en una zona de mucho tráfico o de ocio nocturno debes de invertir en un buen aislamiento para la habitación que incluya no solo aislamiento térmico sino también sonoro. Las ventanas con cristal tipo climalit son perfectas para eso pero en ocasiones también es necesario un tratamiento con aislante en espuma para las paredes que dan a la fachada del edificio.

De esta manera la habitación del niño estará más calentita y más aislada del ruido y sin perder ni uno solo de esos centímetros tan necesarios para él.

Calefacción de suelo radiante, ¿por qué no?

La calefacción de suelo radiante se acostumbra a colocar en los cuartos de baño porque salimos descalzos de la ducha y es todo un placer encontrarnos un suelo caliente. Pero, si lo pensamos bien, tiene mucho sentido en la habitación de un niño ya que estos suelen disfrutar de caminar descalzos durante todo el día.

Si su suelo está calentito no tendrás que preocuparte de que el niño camine descalzo o se tire al suelo a jugar, ya que este siempre tendrá la temperatura adecuada. Y no tendrás que colocar alfombras ya que estas dan bastantes problemas de alergias.

Paredes pintadas decoradas con vinilos

La habitación del niño debe de tener una decoración acorde a su edad. ¿No sería divertido que una de las paredes de su cuarto estuviera recubierta por un gran vinilo con un paisaje de cuento infantil? Este tipo de decoración resulta muy original y como además le da profundidad a la pared hace que la habitación se vea más grande.

Otra opción está en pintar y colocar luego pequeños vinilos decorativos salteados por las paredes para darle una imagen más divertida a su cuarto. No olvides escoger una pintura ecológica, que no desprenda partículas contaminantes ni olores y que además pueda lavarse.

Ducha en su cuarto de baño ¿cuándo es el momento?

Cuando el niño comienza a asearse por su cuenta, es el momento de plantearse cambiar la bañera por una ducha. La ducha no solo es más fácil de limpiar sino que es mucho más segura para el niño. Si vas a hacer obras en su habitación aprovecha y cambia también la bañera de su cuarto de baño, por una ducha.

Escoge un modelo que no patine para que el niño no resbale y coloca una mampara de seguridad que puede ser decorada a juego con el resto del cuarto de baño o con un diseño estándar según gustos.

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